martes, 2 de junio de 2009

Tenemos que escuchar al niño que fuimos un día y todavía existe dentro de nosotros

A veces nos invade una sensación de tristeza que no logramos controlar... Percibimos que el instante mágico de aquel día pasó, y que nada hicimos, Entonces la vida esconde la magia y su arte. Tenemos que escuchar el niño que fuimos un día y que todavía existe dentro de nosotros. Ese niño entiende de momentos mágicos. Podemos reprimir su llanto, pero no podemos acallar su voz .
A ORILLAS DEL RÍO PIEDRA ME SENTÉ Y LLORÉ