Lección (88) - Introspección
Curso de Milagros 1
Lección (88) - Introspección
Lección (88) - Introspección
debida dirección, pues el aprendizaje es invisible y lo que se ha
aprendido sólo se puede reconocer por sus resultados.
Su generalización se demuestra a medida que lo pones en práctica
en más y más situaciones. Reconocerás que has aprendido
que no hay grados de dificultad en los milagros cuando los apliques
a todas las situaciones. No hay situación a la que los milagros no
sean aplicables, y al aplicarlos a todas las situaciones el mundo real
será tuyo. En esta santa percepción te volverás íntegro, y por tu
propia aceptación de la Expiación, ésta irradiará hacia todos aquellos
que el Espíritu Santo te envíe para que les des tu bendición.
La bendición de Dios mora en todos Sus Hijos, y en tu bendición
de ellos radica la bendición que Dios te da a ti.
Cada uno debe desempeñar el papel que le corresponde en la
redención del mundo para poder reconocer que el mundo ha sido
redimido. No puedes ver lo invisible. Mas si ves sus efectos sabes
que tiene que estar ahí. Al percibir sus obras, reconoces su existencia.
Y por lo que hace, te das cuenta de lo que es. Tú no puedes ver tus
propios puntos fuertes, pero puedes tener cada vez mayor confianza
en su existencia a medida que te capacitan para actuar.
Y los resultados de tus acciones tú los puedes ver.
El Espíritu Santo es invisible, pero puedes ver los resultados de Su
Presencia, y por ellos te darás cuenta de que él está ahí. Es claro
que lo que él te capacita para hacer no es de este mundo, pues los
milagros violan todas las leyes de la realidad tal como este mundo
la juzga. Las leyes del tiempo y del espacio, del volumen y de
la masa son transcendidas, pues lo que el Espíritu Santo te
capacita para hacer está claramente más allá de todas ellas.
Al percibir Sus resultados, comprenderás dónde debe estar él,
y sabrás por fin lo que él es.
No puedes ver al Espíritu Santo, pero puedes ver Sus manifestaciones. Presencia, y por ellos te darás cuenta de que él está ahí. Es claro
que lo que él te capacita para hacer no es de este mundo, pues los
milagros violan todas las leyes de la realidad tal como este mundo
la juzga. Las leyes del tiempo y del espacio, del volumen y de
la masa son transcendidas, pues lo que el Espíritu Santo te
capacita para hacer está claramente más allá de todas ellas.
Al percibir Sus resultados, comprenderás dónde debe estar él,
y sabrás por fin lo que él es.
Y a menos que las veas no te darás cuenta de que él está ahí.
Los milagros son Sus testigos, y hablan de Su Presencia: Lo que
tú no puedes ver, únicamente cobra realidad para ti a través de los
testigos que hablan en su favor. Puedes cobrar conciencia de lo que
no ves, y Ello puede volverse increíblemente real para ti a medida
que Su Presencia se ponga de manifiesto a través de ti. Lleva a cabo la
labor del Espíritu Santo, pues compartes Su función. De la misma
manera en que tu función en el Cielo es crear, aquí en la tierra es curar.
Dios comparte tu función contigo en el Cielo, y el Espíritu Santo
comparte la Suya contigo en la tierra. Mientras sigas creyendo que
tienes otras funciones, seguirás teniendo necesidad de corrección,
pues dicha creencia es la destrucción de la paz, objetivo éste que
está en directa oposición al propósito del Espíritu Santo.
Ves lo que esperas ver y esperas ver aquello que invitas. Tu percepción
es el resultado de tu invitación, y llega a ti tal como la pediste. ¿De quién
son las manifestaciones que quieres ver? ¿De qué presencia quieres convencerte. Pues creerás en aquello que manifiestes, y tal como
contemples lo que está afuera, así mismo verás lo que está adentro.
En tu mente hay dos maneras de contemplar al mundo, y tu percepción reflejará el asesoramiento que hayas elegido....más en:
Fuente: UN CURSO DE MILAGROS 1 (TEXTO) - Fundación para la Paz Interior
Publicado en: http://www.redgalactica.com.ar/2012/01/leccion-88-introspecci.html