domingo, 6 de septiembre de 2009

La importancia de la Individualidad

Aunque pudiera parecer extraño lo que voy a decir es importante, a menos que abandonemos nuestra personalidad, no seremos capaces de encontrar nuestra individualidad. La individualidad la proporciona la existencia; la personalidad es impuesta por la sociedad. La personalidad es una conveniencia social. La sociedad no puede tolerar la individualidad, porque la individualidad no es gregaria como una oveja. La individualidad tiene la cualidad del león; el león se mueve solo. La oveja está siempre con la multitud; esperando que al permanecer entre la multitud se sentirá a gusto: al estar en la multitud uno se siente protegido, seguro. Si alguien ataca, existe la posibilidad de que dentro de una multitud puedas salvarte. Pero estando solo... únicamente los leones se mueven en soledad. Cada uno de nosotros nace como un león, pero la sociedad continúa condicionándonos, programando nuestra mente como una oveja.Esto nos da una personalidad, una personalidad agradable, muy simpática, conveniente, muy obediente. La sociedad quiere esclavos, no quiere gente que esté totalmente comprometida con la libertad. La sociedad quiere esclavos, porque todos los intereses creados requieren obediencia.


Una antigua anécdota Zen cuenta que un león que fue criado por una oveja y llegó a creer que era una oveja, hasta que lo capturó un viejo león y lo llevó a un pozo donde le enseñó su propia imagen reflejada. Muchos de nosotros somos como este león: la imagen que tenemos de nosotros mismos no viene de nuestra experiencia directa, sino de las opiniones de otros. Una "personalidad" impuesta desde afuera reemplaza la individualidad que pudo haber crecido interiormente. Nos convertimos simplemente en otra oveja en el rebaño, incapaces de movernos libremente e inconscientes de nuestra propia y verdadera identidad. sería bueno echar una mirada a nuestro propio reflejo en el pozo y dar un paso para salir de los condicionamientos que nos han sido impuesto por otros como creencias respecto a nosotros mismos. Bailar, correr, movernos, hacer lo que sea necesario para despertar el león en nuestro interior.

Este es el camino del Zen:
No decir las cosas hasta su plenitud. Es algo que se ha de entender; es una metodología muy importante. El no decirlo todo significa darle una oportunidad al que escucha para terminarlo.Todas las respuestas son incompletas. El maestro únicamente te ha indicado una dirección... Cuando llegues al límite sabrás qué es lo que va a permanecer. De esta forma, si alguien intenta comprender el Zen intelectualmente, fracasará. Indica la verdadera realidad...La naturaleza del Buda no es algo que esté muy lejos: la naturaleza del Buda es tu propia conciencia y tu conciencia puede observar estas cosas, las cuales constituyen el mundo.

El mundo terminará, pero el espejo seguirá reflejando la nada, la posición del tercer ojo, el lugar de la percepción interior.En el siempre cambiante flujo de la vida, hay momentos en los cuales llegamos a un punto de plenitud. En estos momentos somos capaces de percibir toda la figura, la composición de todas las pequeñas piezas que han ocupado la totalidad de nuestra atención durante tanto tiempo. Al finalizar, o bien podemos sentirnos desesperados porque no queremos que la situación se termine, o podemos estar agradecidos y aceptar el hecho de que la vida está llena de finales y nuevos comienzos.