viernes, 18 de septiembre de 2009

No podemos hacer oidos sordos al clamor de las victimas de crímenes atroces, estén donde estén.




En los últimos 10 años, la justicia española ha puesto contra las cuerdas a genocidas, torturadores y criminales de guerra en todo el mundo.




Jueces y juezas de la Audiencia Nacional han conocido delitos tan graves como los bombardeos de Israel en Gaza en 2002, en los que varios niños perdieron la vida; las torturas en Guantánamo; el asesinato de más de 250.000 personas por los militares en Guatemala; y el homicidio de seis religiosos y cuatro cooperantes españoles en Ruanda en la década de los años 90

La intervención de la justicia española en esas causas ha sido posible gracias a la jurisdicción universal, es decir, la capacidad de la Audiencia Nacional para luchar contra la impunidad de los perpetradores de los crímenes más atroces en cualquier parte del mundo

Desgraciadamente, el Senado español está a punto de aprobar una reforma de ley para limitar la actuación de la justicia más allá de nuestras fronteras.


No podemos hacer oídos sordos al clamor de las víctimas de crímenes atroces, estén donde estén.


Ayúdanos con tu firma a conseguir que el Senado rechace la reforma y anteponga el derecho de las víctimas a obtener justicia a los intereses y la aprobación de Gobiernos poderosos.



Si puedes, además únete a Amnistía Internacional

para seguir trabajando con independencia e imparcialidad para que ninguna víctima se quede sin justicia.


Cuantos más seamos, más fuerte oirán nuestra voz los políticos.


Un abrazo

Esteban Beltrán

Director Amnistía Internacional Sección Española